¿Fue un éxito Cancún?
Según se observa en las decisiones, en los diarios y por las notas de los periodistas que asistieron a Cancún, mucho quedó pendiente y en particular, con el afán de no tener otro Copenhague, algunas decisiones fueron ambiguas. Como dice, el movimiento ALAI, América Latina en Movimiento: "dejando en la ambigüedad los aspectos más vitales de un acuerdo climático basado en la ciencia y la equidad que esté a la altura de las necesidades actuales que plantea la crisis del planeta"
Según la ministra Maria Fernanda Espinosa del Ecuador, uno de los mayores logros de la Cumbre sobre el Cambio Climático, que se desarrolló en Cancún fue haber logrado que en el marco de los acuerdos firmados se adopte el mecanismo REDD (Reducción de Emisiones por Degradación y Deforestación). Creo sin embargo, que aún falta análisis de ventajas y beneficios para implementar este mecanismo.
El periodista H. Campodónico, de La República, pone el dedo en la llaga en dos cosas:
1. Las nuevas metas de reducción de emisiones de gases de “efecto invernadero” que sustituyan a las del Protocolo de Kyoto de 1997, que tienen vigencia solo hasta el 2012.
Sucedió que muchos países grandes (industrializados y “emergentes”) ya no quieren comprometerse a nuevas metas vinculantes, es decir, que puedan ser monitoreadas por la Convención del Cambio Climático (de hecho, China y EEUU nunca entraron a Kyoto). Aceptan fijar metas de reducción de gases, pero el control sobre su cumplimiento, monitoreo y responsabilidad lo haría cada país y ya no de la Convención de Naciones Unidas.
Debido a la presión de “los grandes” se “pateó el problema para adelante” a la próxima Cumbre de Sudáfrica en diciembre del 2011. Así, países le han dado otra vuelta de tuerca a la táctica del “gran escape” de las metas vinculantes. De su lado, los PED consideran “un logro” que el Protocolo de Kyoto aún no haya ha muerto “oficialmente”.
Esto es bastante serio, porque los países siguen jugando al juego del gato y el ratón. No me obligan y no me obligo.
2. Por el lado de los logros, la Conferencia de Cancún estableció un nuevo Fondo Verde del Clima para los países en desarrollo desde el 2020. Se dice que serán US$ 100,000 millones, pero el monto será decidido por un Comité. También se logró que este fondo sea adicional a los US$ 30,000 millones aprobados en Copenhague. Lo que es una muy buena noticia.
Sin embargo, Bolivia fue el único país que denunció el acuerdo (porque “abre las puertas” a que se sustituya en un futuro el Protocolo de Kioto) y dijo que no lo firmaría lo que, en los hechos, impedía el consenso para adoptar la Declaración de Cancún. Dice el embajador Pablo Solón, por tanto, que la adopción de la Declaración viola los principios de la ONU. Y que Bolivia irá hasta el Tribunal de La Haya para denunciar esta violación del Reglamento de las Naciones Unidas.
A despecho de lo que piensa Bolivia, considero que la fecha establecida para el Fondo es muy lejana. Demorará diez años implementarlo, cuando la situación amerita tomar medidas inmediatas. Será tarde después. La reunión de Nagoya, se preocupó mucho más por tomar decisiones sobre cambio climático, aún a pesar de las presiones por lograr acuerdos "ligth".
¿Que hacer entonces ante esta tan compleja y dependiente situación? Fortalecer y mejorar nuestro desarrollo endógeno. El proyecto país que presenten los candidatos a la presidencia de la República, debería tener dos miradas: geopolítica y estratégica hacia afuera, considerando a la biodiversidad y el cambio climático como cuestiones de SEGURIDAD NACIONAL y otra interna, con una agenda estratégica de corto, mediano y largo plazo, consistente con la realidad del país.
Ojalá lo logremos. Desde esta tribuna seguiremos insistiendo. Saludos
Al final de cuentas, necesitamos fortalecernos internamente, desarrollar capacidades, mejorar el conocimiento e invertir en ciencia y tecnología.
Terminamos el AÑO INTERNACIONAL DE LA BIODIVERSIDAD....... Salud amigos por un 2011 con cuidado de nuestros bosques y .... recuerden:
EL PERU ES UN PAIS ESENCIALMENTE DIVERSO