Biodiversidad y ecosistemas en un planeta bajo presion.
Esta es una síntesis del documento elaborado por el PNUMA para Rio +20. Nunca tan actual y siempre tan necesario. Necesitamos tomar acciones y hacia allí vamos en el Perú.
Extinciones globales
La meta establecida por los líderes mundiales durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en 2002, de detener el deterioro de la biodiversidad para 2010, no ha sido alcanzada. Cerca de un tercio de las más de 50,000 especies incluidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) permanecen amenazadas en alguna medida.
Las variedades tradicionales de plantas cultivadas y animales domésticos también están desapareciendo rápidamente.
Homogeneización de la biota y los paisajes
Junto a la reducción del número total de especies en el planeta, los ecosistemas están siendo progresivamente dominados por un pequeño número de especies muy exitosas.
Numerosas comunidades compuestas por especies internamente diversas y localmente adaptadas están siendo reemplazadas por cultivos y plantaciones mucho menos diversos y por ecosistemas acuáticos empobrecidos, simplificados y generalmente contaminados.
Esta "homogeneización biótica" es al menos tan importante como las extinciones globales en su efecto de reducción de la seguridad con la que los pueblos obtienen beneficios de los ecosistemas, incluyendo desde el suministro de alimentos hasta los valores culturales.
Pérdida de resiliencia
Existe cada vez más evidencia de que las alteraciones experimentadas por los ecosistemas reducen su capacidad de regulación ante fluctuaciones y cambios ambientales.
De este modo, fenómenos extremos como inundaciones, incendios, brotes epidémicos y fuertes tormentas resultan menos amortiguados, aumentando la vulnerabilidad de los ecosistemas y las poblaciones humanas frente a los desastres y retardando su recuperación luego de los mismos.
Sobrepasando umbrales críticos
La reducción de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos suele manifestarse en forma de colapsos abruptos e impredecibles, cuya ocurrencia es más probable una vez que se sobrepasa un punto de inflexión. Algunos ejemplos de tales "cambios de régimen" incluyen la arbustización y la desertificación en África, el blanqueamiento de los arrecifes de coral en Asia y la salinización de tierras de pastoreo en Australia.
Además, las zonas costeras de todo el planeta están siendo afectadas por la acumulación excesiva de nutrientes frecuentemente derivados de la agricultura, efluentes cloacales y residuos industriales (Figura 2). Esta acumulación de nutrientes causa proliferación masiva de algas, lo que crea zonas desprovistas de oxígeno donde los peces y otros organismos marinos ya no pueden sobrevivir.
Algunos riesgos futuros incluyen la muerte gradual de la selva amazónica y el vasto colapso de los arrecifes de coral como resultado de la acidificación de los océanos.
Revertir cambios como estos es lento y costoso en el mejor de los casos e imposible en el peor. Por lo tanto, existe una imperiosa necesidad de actuar antes de que estos puntos de inflexión sean alcanzados.